4 de febrero de 2013

Cederle el paso a la muerte


Todavía hay carreteras. Curvas. Señales de peligro. Prohibido adelantar.

Stop.

Lugares que han perdido el alma, como una estación de servicio con la cisterna rota.  Y, a veces, hay que cambiar una rueda en los arcenes. Y hace frío y supuran las grietas. Lugares que están vivos, aunque se desangren, todavía palpitan. Caminos secundarios por desiertos de asfalto que sudan alquitrán. Y hay que esquivar a una zorra moribunda que nadie se ha parado a socorrer. Instinto de no cederle el paso a la muerte. 

3 de febrero de 2013

Una cruel imitación de la vida


Me he sentado en la terraza a esperar la primavera. Que te traiga de vuelta cualquier día de esos que la brisa levanta las faldas y sobran las chaquetas. Que me aprietes contra tu pecho hasta hacerme daño y me jures que no vas a volver a hacerlo. Que no vas a dejarme sola en esta ciudad que, a veces, da tanto miedo. Que no voy a seguir viviendo sin ti el resto de los días grises que giran y giran mientras a mí se me ha olvidado bailar.

La marmota ha concluido que tendremos una primavera temprana. Aquí te espero. Conoces el camino. No tardes. Que sin ti esto no es más que una cruel imitación de la vida.