15 de julio de 2012

Ladis


Rojo. Negro. Verde. Violeta. Amarillo. Azul. Morado. De colores. La vida se pintaba de colores. A tu lado. Levantarse los miércoles y encontrar tus pantorrillas sobresaliendo de ese sofá incomodísimo que no sé cómo no te rompió el cuello. Como a mí. Tu ropa de currar en la habitación rosa. Prepararte un cola-cao. Tu voz. Tu risa. Tu abrazo. Tus camisetas reivindicativas. Encontrarte en el Parque del Oeste un jueves cualquiera después de comer. Pitarte en la calle Ferraz y sentir que se me había alegrado el día. Ir por libre a kalimotxos. Y emborracharnos a pacharanes con limón. Que aparecieras una tarde en la cafetería de mi facultad y me recomendaras el bar del jamón y el queso de Lavapiés. Tu blackberry en forma de cuadernillo de notas. Comprarte ‘Rosario dinamitera’ en la Casa del Libro y quedármelo. Prestártelo después sin confensar que, en realidad, era para ti. La bronca que te eché por dejarte la puerta del baño abierta el martes que llegué a casa y Anika había robado de encima del lavabo mi maquillaje. El mensaje que te mandé al día siguiente pidiéndote disculpas y diciéndote que me importaba una mierda el colorete de Nars. Imposible enfadarse contigo. Tus gominolas. Los mediodías en mi casa sin comer en las fiestas del Rosario. Decirte que te quería mucho en la Plaza de España. Que me llamaras Pipiola. Tu riñonera. La escapadita a Jubera. Fabada en León. Cachopo en Candás. Tarde de playa en Candás. El hombre rebozado de arena en Candás. El hombre desnudo en el paseo marítimo de Candás. Reírte de mi música. No darle siquiera una oportunidad. Ponerte a Nacho Vegas en el coche y comerme la oreja para que lo quitara antes de la tercera canción. Cabezota. Prometerte ir al Lumbreiras cuando tú vinieras conmigo al Sonorama. Tu pelo. Peinarte. Hablarle a todo el mundo de ti. De lo especial que eras. Sentirme afortunada de lo especial que eras. Rojo. Negro. Verde. Violeta. Amarillo. Azul. Morado. Y, ahora, gris. 

2 comentarios:

  1. Corazón, siento taaaaanto tu pérdida!. De verdad nadie merece morir sin quererlo y tan joven. Así que aquí pongo todos los colores que sea capaz de crear para ti, a tu disposición. Para arroparte y decirte que no estás sola!.

    Te quiero pequeña!.

    Kusita

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