25 de junio de 2012

Oli-dos



Hueles a limpio. A canela. A ropa blanca recién tendida al sol. A tierra mojada. A Valdecastillo cuando volvía a casa de la abuela rodeada de vacas, al atardecer. Hueles a infancia. A mi perfume favorito que dejó de fabricarse. A las especias del zoco de Marrakesch. A Anika cuando era una bebé. Hueles a ternura. A sábanas blancas, mojadas. A nuca sudada. A pelo revuelto. A látex. Hueles a sexo. A café. A la orilla del mar en Coney Island. A tarta de manzana. A Navidad. Hueles a hogar. 


Mi hogar. 

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