22 de septiembre de 2011

La magia de la rutina

Juanjo Millás lo ha vuelto a hacer. Ha conseguido que ayer mirase al taxista que paró a mi lado en el semáforo de la Plaza de Cataluña para ver si entre sus manos llevaba ‘La crítica de la razón pura’, de Kant; que observe atenta a los maniquíes de Zara, no vaya a ser que también suden; que me fije en si las mujeres de mi oficina están dentro de una burbuja o si el humo que sale de mi cigarrillo no es más que una adolescente traviesa.

Y todo eso, gracias a ‘Los objetos nos llaman’, una selección de sus mejores cuentos, donde, como ya nos tiene acostumbrados, la realidad se mezcla con los sueños para presentarnos unas situaciones absurdas, tiernas, románticas, misteriosas, cargadas, en muchas ocasiones, de humor e ironía.

Es indudable que el autor es uno de esos magos que consiguen transformar la realidad a través de sus letras con olor y sabor a surrealismo que se convierten en realismo mágico cuando las paladeas disfrutándolas mientras miras de reojo el bote de la lapiceros que está encima de la mesa, no vaya a ser que tampoco sea lo que parece.

Y es que, que te enseñen a buscar la magia donde no hay más que rutina, no tiene precio. Por eso, los amantes de la lectura somos tan afortunados, porque, de manera inesperada, podemos convertirnos en los protagonistas de un relato. Sólo hay que estar bien atento.

1 comentario:

  1. En mis early 20's fui una apasionada de Millás, ahora lo he dejado un poquito de lado pero nunca es tarde para retomarlo.

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