12 de agosto de 2011

El búnker anti-fealdad

Aquella buhardilla de la Cava Baja fue, durante mucho tiempo, el escenario al que nunca me subiré por miedo a fracasar como actriz después de fracasar, en apenas 30 años, como periodista, como escritora, como hermana, como mujer, como amiga, como niña, como hija, como amante...

Esos 25 metros cuadrados —el submarino lo llamábamos, recuerdas?— se convirtieron en mi refugio secreto, en el único lugar de esta ciudad en la que defenderse de la mediocridad. Nada de lo que allí hacíamos era mediocre, aunque para eso hubiera que actuar. Si cocinaba para ti, me convertía en la amantísima ama de casa de los 50, capaz de pelar cebollas sin que se me corriese el rímel; si veíamos una película, siempre en versión original y sin dirigirnos la palabra hasta que no terminaba, entonces hablábamos de fotografía, de la profundidad del guión o de cómo se nos encogía el estómago cuando el niño se cae por la ventana mientras los padres se lo montan en la ducha; si follábamaos, imitaba a Sasha Grey hasta que me dolía la garganta. Todo tenía que ser perfecto. No me permitía ni por un momento convertirme allí, en mi búnker anti-fealdad, en una de ellos, en una mediocre que come platos preparados, mira telenovelas o se deja penetrar en la postura del misionero.

El día que me dijiste que era hora de mejorar, que te ahogabas en un espacio tan pequeño, que querías convertirte en propietario, supe que algo iba a cambiar. En cuanto nos mudamos al piso de 70 metros con terraza y suelos de parqué dejamos espacio a la mediocridad para que se colase entre nosotros. Hoy me he sorprendido metiendo una lasaña congelada en el horno, viendo 'Supervivientes' y tumbándome en la cama con las piernas abiertas. Sin numeritos. Sin cuerdas. Sin azotes. Hemos muerto. Nos ha matado la normalidad.

4 comentarios:

  1. brutal, un placer descubir tu blog

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  2. Un placer también el mío, fantastico haberte descubierto como quien no quiere la cosa.

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  3. Un otro placer el mio. Es verdad que la mediocridad es lo que suele matar el amor, cuando todo sabe a igual, cuando ya no hay nada nuevo, cuando lo dejamo escapar.

    Un saludo !!

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  4. La mediocridad se parece a ese silencio, al silencio que describes más arriba.....

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