Tregua de insomnio. Cuando despierto son ya las diez de la
mañana. Por fin. Te siento en mi espalda. Miro nuestras manos, nuestros dedos
entrelaza-dos. Me aprieto contra tu piel. Voy al baño a lavarme los dientes y
las manos. En el espejo, parezco un mapache. Me has hecho sudar. El sexo
embadurna de rímel y eyeliner los bordes de mis ojos. Me gusta mi cara negra de
placer. Sonrío. Vuelvo a tu lado. Acaricio tu nuca despacito para no
despertarte. Y la huelo. Las sábanas están todavía mojadas. Como yo.
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